Brisa, que te dibujas como un caballo galopante, que se asoma a lo lejos del horizonte acuático.
Suave te mueves, sin prisa te deslizas sobre el calmar de esas aguas.
Cada gota del mar se percata de tu presencia, pero no lo advierte, tu calma lo serena.
De pronto, sucumbes sobre la superficie, chapoteando y generando el caos en la pasada calma marina.
Intentas apaciguarlo, pero, lejos de su gran humildad , cada gota tiembla de miedo y vibra la manera de escapar de tan extraño conocer.
Te mueves, sigilosamente, creyendo engañarlas... mas ya es tarde.
Te mueves, sigilosamente, creyendo engañarlas... mas ya es tarde.
Cada suspiro tuyo aumenta en altura, el estupor de esas olas que crecen a la distancia.
Oh terrible realidad que me aquieta, me ciega y me confunde... No es lo que ven mis ojos lo que en realidad sucede.
No temas jadeante brisa que te asomas en la espesura. No es temerosa la actitud de tu hermana agua.
Solo quieren elevar tu hermosura y guiarte hacia el refugio que tanto anhelas encontrar, o tal vez conducirte a la coordenada exacta de mi corazón sin alma.
Me gustó!
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